demasiado amplio y vago lo que me planteas. Quiero que lo reformules y me lo vuelvas a mandar. O bien abordar el tema de la tauromaquia, o bien el de la producción animal para consumo de carne, pero no los dos. Mientras más específico sea tu trabajo, mejor. Una vez definido el tema, quiero que plantees una hipótesis muy concreta y, si puedes, me des un par de argumentos tratando de apoyar tu hipótesis. Consumo animal. La producción de carne es un desperdicio. Alrededor del mundo, el ganado consume 735 billones de kilos de grano por año. Si lo convertimos en exportación por tren, se requieren 12,3 millones de vagones. Ese mismo tren podría dar la vuelta al Ecuador 6 veces. La mayoría de los países occidentales usan ademas de su propio territorio, exhaustivas cantidades de terreno de países en desarrollo para cultivo de pienso. El uso de territorios extranjeros llega a ser seis veces más grande que el propio. Países como Tailandia (casava), Malasia, Brasil (soya) y Argentina contribuyen inmensamente a la producción de pienso para ganado y casi un tercio es producido en países del tercer mundo. Un ejemplo, con el fin de alimentar a la población de Holanda hay, en el pais y fuera de él, 1,20 hectáreas de tierra cultivable en producción, cuando, de echo, para cada individuo hay solo 0,2 hectáreas de tierra cultivable y asequible (1 hectárea iguala 10.000 m²). Cada individuo usa una cantidad de espacio en el planeta, ¿cuanto? depende del consumo individual. La producción de carne cuesta vidas En occidente, la gente consume mucha más carne ahora que en tiempos atrás. Veganistas , que se abstienen totalmente del consumo de carne y utilización de animales, salvan la vida de aproximadamente 6 vacas, 45 cerdos y cientos de pollos (número aplicado a Los Países Bajos). La industria intensiva de ganadería conlleva a los animales de granja a enorme sufrimiento. Disminuyendo el consumo de carnes, obviamente disminuimos también su sufrimiento. Por medio de La Huella Global es posible traducir este espacio en números, expresados en hectáreas.
La producción de carne es energía malgastada
Durante la transformación de proteína vegetal a proteína animal gran cantidad de nutrientes se desperdician. Hacen falta 4 kilos de proteína vegetal (alimento para ganado) para producir solamente 1 kilo de proteína animal. Aproximadamente, la producción de carne cuesta unas 14,7 veces más energía de producir que la vegetal. Un kilo de ternera se puede comparar a 100 kilos de patatas, en valor energético. Un campo de pasto normal produce 330 kilos de carne. El mismo campo, sin embargo, puede producir 40.000 kilos de patatas, además, un kilo de carne requiere 111.250 litros de agua. Se requiere mucha menos agua para alimentar a un vegetariano estricto durante todo un año que para alimentar a una persona carnívora durante tan solo un mes. Un país como Holanda usa tanta agua para alimento vacuno por año como la que se podría utilizar para abastecer de agua potable a un tercio de la población mundial.
Producción de carne = polución En occidente, los mayores contribuyentes de lluvia ácida que afectan los bosques son la industria ganadera intensiva y e l tráfico. Ya que los fertilizantes son uno de los mayores contribuyentes, el entorno se beneficiaría enormemente por una menor producción. Fuente: http://www.animalfreedom.org/espagnol/informacion/comercarne.html
Consumo de carne ¿consumo responsable? Internacional - 19/11/2009 La producción animal consume 25 veces más recursos energéticos y naturales que los necesarios para producir la misma cantidad de proteína vegetal. El consumo no responsable de carne acarrea problemas de salud, económicos y ecológicos. Más allá del polémico maltrato a los animales, conviene reflexionar sobre las consecuencias del consumo excesivo de carne en los países ricos y su paulatina extensión a la población mundial. Según la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), la alimentación animal consume el 95% de la producción mundial de soja y el 44% de la de cereales. Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, la mitad de la pesca mundial se utiliza para piensos. La producción animal consume 25 veces más recursos energéticos y naturales que los necesarios para producir la misma cantidad de proteína vegetal. De cada 16 kilos de cereales y legumbres dadas al ganado vacuno, se obtiene un kilo de carne: 10 hectáreas de legumbres alimentan directamente a 61 personas al día. La misma cosecha empleada como alimento para ganado sólo proporciona alimento a dos
personas. Una hectárea de soja produce 5 kg. de proteína vegetal que alimentaría a 70 personas en un día. La misma soja destinada al ganado proporciona ½ kg. de carne, ración diaria para 3 ó 4 personas. En definitiva, la producción ganadera actual en el mundo consume una cantidad de alimento equivalente a las necesidades calóricas de 8.700 millones de personas, superior a la población actual sobre la tierra. El agua, un recurso imprescindible para la vida, es cada vez más escaso. Para obtener un kilo de carne, arroz o trigo se necesitan, respectivamente, 20.000, 454 y 227 litros de agua. Además, la producción ganadera contamina el agua diez veces más que los humanos y tres veces más que la industria. Cada segundo, 125 toneladas de residuos procedentes de la ganadería industrial y la industria cárnica, se emiten contaminando los ríos y produciendo gases tóxicos como amoníaco, metano y dióxido de carbono que afectan a la capa de ozono y contribuyen al efecto invernadero. La ocupación del territorio avanza: "millones de hectáreas de selva y bosque son destruidos cada año, se convierten en tierra de pastoreo y en cultivos utilizados exclusivamente para alimento de animales", contribuyendo así a la desertización del planeta. Cada año, 300.000 km2 de selva tropical se destruyen para habilitar pastos para ganado. A pesar de estos problemas, hay quienes dan un paso más y se deciden por el consumo de carne ecológica. Algunos productores explican así la cría ecológica: “Los terneros, además de amamantarse de sus madres y comer hierba durante un período entre 5 y 7 meses, se alimentan con materias primas de producción ecológica que se adquieren directamente a los agricultores que cumplen, con la normativa ecológica de la Unión Europea. No se emplean abonos químicos de síntesis, herbicidas ni ninguna otra sustancia que pueda causar daños al entorno. Una vez apartados de sus madres, los terneros se alimentan entre 5 y 9 meses con pasto, forrajes y piensos ecológicos. Como viven al aire libre, juegan, pelean y refuerzan sus músculos, sus carnes resultan mucho más tiernas y jugosas.” La producción de carne ecológica nos enfrenta a una paradoja: se despliegan más recursos naturales y se acentúa aún más el carácter elitista del consumo cárnico. Desde la agroecología y el consumo responsable, no es sostenible ni tolerable nuestro consumo de carne actual, pero la solución no parece ser pasarnos a la carne ecológica. Aspirar a que toda la población mundial pueda acceder a comer carne es difícil. Pretender que sea ecológica, impensable. Fuente: http://www.liberaong.org/nota_actualidad.php?id=1456
Comer carne destruye el planeta ¿Qué produce más emisiones de gases causantes del efecto invernadero, criar vacas o conducir automóviles? La respuesta puede suponer una sorpresa para muchos. Comer carne es comerse el planeta Según un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el sector ganadero genera más gases de efecto invernadero: un 18% más de CO2 que el sector del transporte. También es una de las principales causas del calentamiento del planeta, la degradación de las tierras, la contaminación atmosférica y del agua, y la pérdida de biodiversidad. "El ganado es uno de los principales responsables de los graves problemas medioambientales de hoy en día. Se requiere una acción urgente para hacer frente a esta situación”, asegura Henning Steinfeld, Jefe de la Subdirección de Información Ganadera y de Análisis y Política del Sector de la FAO, y uno de los autores del estudio La sombra alargada de la ganadería-aspectos medioambientales y alternativas. (FAO, 2006) Los autores del informe sumaron las emisiones producidas a lo largo de la cadena de productos cárnicos, desde la producción de piensos (que incluye la producción de fertilizantes químicos, la deforestación para producir forrajes y abrir pastizales, etc.), pasando por la producción animal (que incluye las emisiones de la fermentación y de óxido nitroso del estiércol), hasta el CO2 liberado durante la elaboración y el transporte de los productos animales.
El resultado es que el sector ganadero es responsable del 9% del CO2 procedente de las actividades humanas, pero produce un porcentaje mucho más elevado de los gases de efecto invernadero más perjudiciales. Genera el 65% del oxido nitroso de origen humano, que tiene 296 veces más Potencial de Calentamiento Global que el CO2. La mayor parte de este gas procede del estiércol. Y también es responsable del 37% de todo el metano producido por la actividad humana (23 veces más perjudicial que el CO2), que se origina en su mayor parte en el sistema digestivo de los rumiantes, y del 64% del amoniaco, que contribuye de forma significativa a la lluvia ácida.
Problemas con la tierra El informe de la FAO explica que la ganadería utiliza hoy en día el 30% de la superficie terrestre del planeta, que en su mayor parte son pastizales, pero que ocupa también un 33% de toda la superficie cultivable, destinada a producir forraje. La tala de bosques para crear pastos es una de las principales causas de la deforestación, en especial en Latinoamérica, donde el 70% de los bosques que han desaparecido en el Amazonas se han destinado a pastizales. Cerca del 70% de las tierras de pastoreo en las zonas áridas están degradadas, a causa del exceso de pastoreo, la compactación de la tierra y la erosión causadas por el ganado, y lo mismo sucede con 20% de los pastizales de rebaños.
Problemas con el agua La actividad ganadera figura entre los sectores más perjudiciales para los cada día más escasos recursos hídricos, contribuyendo entre otros aspectos a la contaminación del agua y la destrucción de los arrecifes de coral.
El ganado contribuye 10 veces más a la contaminación del agua en comparación con la contaminación del hombre y 3 veces más que la contaminación de la industria del aceite, carbón, acero y manufacturas combinada. El sobrepastoreo afecta al ciclo del agua, e impide que se renueven los recursos hídricos tanto de superficie como subterráneos. Los principales agentes contaminantes son los desechos animales, los antibióticos y las hormonas, los productos químicos utilizados para teñir las pieles, los fertilizantes y pesticidas que se usan para fumigar los cultivos forrajeros. La producción de ganado utiliza el 8% del agua que consume el hombre principalmente a través del riego de los cultivos forrajeros. Si bien no existen cifras mundiales, se estima que en los Estados Unidos el ganado y la producción agrícola de forrajes consumen el 37% de los plaguicidas, el 50% de los antibióticos y producen una tercera parte del nitrógeno y el fósforo que contaminan el agua. El sector genera también casi 2/3 partes del amoniaco que contribuye considerablemente a la lluvia ácida y a la acidificación de los ecosistemas.
Problemas con la Biodiversidad El número de animales producidos para consumo humano también representa un peligro para la biodiversidad de la Tierra. El ganado constituye un 20% del total de la biomasa animal terrestre, y la superficie que ocupa hoy en día, antes era hábitat de especies silvestres. En 306 de las 825 ecorregiones clasificadas por el Fondo Mundial para la Naturaleza, el ganado se considera actualmente una "amenaza", a la vez que 23 de las 35 "zonas mundiales de gran concentración de la biodiversidad" de la lista de Conservation International -caracterizadas por una grave pérdida de hábitats- resienten los efectos de la producción ganadera. ¿Qué podemos hacer? El informe de la FAO recomienda una serie de medidas para mitigar los peligros que plantea el ganado para el medio ambiente pero todos parecen muy lejanos para los ciudadanos comunes y corrientes, que la mayoría de las veces estamos al margen de las decisiones políticas. Sin embargo, hay algo que sin duda podemos hacer para frenar los daños que causa la producción de animales como comida al medio ambiente: disminuir nuestro consumo de carne o hacernos vegetarianos. Los verdaderos ecologistas deberían comprometerse con la promoción y práctica del vegetarianismo como un estilo de vida respetuoso con los animales, con las personas y con el medio ambiente. Fuente: http://www.animanaturalis.org/1275 Consumo de Carne
La carne puede formar parte de una dieta equilibrada, aportando valiosos nutrientes beneficiosos para la salud. La carne y los productos cárnicos contienen importantes niveles de proteínas, vitaminas, minerales y micronutrientes, esenciales para el crecimiento y el desarrollo. La elaboración de la carne supone una oportunidad para añadir valor, reducir los precios, fomentar la inocuidad alimentaria y ampliar la vida útil. Esto a su vez puede generar un aumento de los ingresos del hogar y una mejora de la nutrición. Mientras que el consumo de carne per cápita en algunos países industrializados es alto, en los países en desarrollo un consumo per cápita de carne inferior a 10 kg debe considerarse insuficiente y con frecuencia causa subnutrición y malnutrición. Asimismo, se estima que en el mundo más de 2 000 millones de personas sufren carencias de vitaminas y minerales fundamentales, en particular vitamina A, yodo, hierro y zinc. Dichas carencias se producen cuando las personas tienen un limitado a alimentos ricos en micronutrientes como carne, pescado, frutas y hortalizas. La mayor parte de las personas con carencias de micronutrientes viven en países de bajos ingresos y generalmente presentan carencias de más de un
micronutriente. Las comunidades infectadas por el VIH/SIDA y las mujeres y niños tienen especial necesidad de alimentos altamente nutritivos como la carne. Panorama del mercado mundial de la (FAO: Perspectivas alimentarias-Análisis del mercado mundial 2014) 2012
2013estim.
2014pronóst
millones de toneladas
Variación: de 2014 a 2013 %
BALANZA MUNDIAL Producción
304.2
308.5
311.8
1.1
67.0
67.7
68.0
0.5
Carne de ave
105.4
107.0
108.7
1.6
Carne cerdo
de
112.4
114.3
115.5
1.1
Carne ovino
de
13.7
13.9
14.0
0.5
29.7
30.9
31.3
1.4
8.0
9.1
9.4
3.5
Carne de ave
13.0
13.2
13.5
2.4
Carne cerdo
de
7.5
7.4
7.2
-2.1
Carne ovino
de
0.8
1.0
1.0
-3.7
Carne bovino
de
Comercio Carne bovino
de
INDICADORES DE LA OFERTA Y LA DEMANDA Consumo humano per cápita: (kg/year): Mundial
42.9
42.9
42.9
-0.1
Desarrollados
76.2
75.9
76.1
0.3
carne
En desarrollo
33.5
33.7
33.7
0.0
ÍNDICE DE LA FAO PARA LOS PRECIOS DE LA CARNE
2012
2013
2014 abril a enero
Variación: de enero abril 2014 a enero abril 2013
182
184
184
-1.0%
Para combatir de manera eficaz la malnutrición y la subnutrición, deben suministrarse 20 g de proteína animal per cápita al día, o 7,3 kg al año. Esto puede lograrse mediante un consumo anual de 33 kg de carne magra o 45 kg de pescado o 60 kg de huevos o 230 kg de leche. Estas fuentes generalmente se combinan en la ingesta alimentaria diaria, pero hay regiones donde no todas ellas se encuentran fácilmente disponibles, en cuyo caso es preciso incrementar la ingesta de las restantes. Si bien los nutrientes de origen animal pueden ser de más calidad que los de origen vegetal o de más fácil absorción, hay dietas de tipo vegetariano que pueden ser saludables. El crecimiento demográfico constante y el aumento de los ingresos generan una mayor demanda de carne, pero al mismo tiempo dejan un espacio limitado para la expansión de la producción pecuaria. En consecuencia, hacer el máximo uso de los recursos alimentarios existentes es cada vez más importante. La carne de aves de corral está cobrando cada día mayor importancia para satisfacer esta demanda. El programa de la FAO sobre carne y productos cárnicos tiene como objetivo prestar asistencia a los países a fin de que puedan aprovechar las oportunidades de desarrollo del sector pecuario y mitigación de la pobreza a través de la promoción de sistemas inocuos, eficaces y sostenibles de producción, elaboración y comercialización de carne y productos cárnicos. Fuente: http://www.fao.org/Ag/againfo/themes/es/meat/background.html
ANIMALES PARA CONSUMO. Transporte de animales
Durante el transporte, los animales padecen un intenso sufrimiento tanto físico como psíquico en operaciones de carga, trayecto y descarga. Millones de vacas, cerdos, caballos y ovejas viajan hacinados, hambrientos, sedientos (según la especie) y sin atención veterinaria en trayectos que llegan a alcanzar miles de kilómetros; muchos de ellos mueren por deshidratación, aplastamiento, hacinamiento y por las altas temperaturas que se generan en el interior de los contenedores en los que esperan a ser embarcados. Existen numerosas grabaciones en las que se puede observar el pésimo trato que se da a estos animales. Sólo en España mueren 85.000 ejemplares de cerdo de los 37 millones transportados. Inspectores de CIWF hicieron seguimiento de tres camiones cargados de ovejas desde el puerto marítimo de Bari (Italia) hasta Grecia. Grabaron en vídeo el trato a estos animales, que estuvieron en el muelle más de 48h, dentro de los contenedores, expuestos a un calor abrasador, en espera de la llegada del ferry.
El posterior viaje por mar duró otras 20h. En total estuvieron más de 50h sin comer ni beber a pesar del calor, además de la extenuación, el estrés y la deshidratación padecida. Se aprecia la dificultad para respirar de numerosos ejemplares; al finalizar el viaje, muchos de ellos habían sufrido colapsos y 160 habían muerto, como se observa en el terrorífico vídeo.
Las vacas son las grandes afortunadas en temas de transporte, ya que reciben agua y un descanso "reparador" antes de proceder a su muerte. Este trato es debido al interés por regular la acidez, ya que el estrés generado en el viaje les produce desequilibrios en la acidez que provocan que el sangrado no sea completo. El agua se les provee para que faciliyar el posterior desuello y eviscerado. Gestación y cría de cerdos en granjas
En España son enviados anualmente más de 37 millones de cerdos al matadero, cifra similar a la de la población del país. En Europa son 240 millones de cerdos los que van cada año al matadero. Según la propia industria, el 90% de la población de cerdos que viven en granjas en España está en el modelo de producción intensiva. Hay granjas especializadas en cada ciclo (teniendo en cuenta la fase fisiológica y productiva que debe cubrir) y otras granjas son de ciclo cerrado, es decir, abarcan todos los ciclos desde el nacimiento hasta la muerte del animal.
Las cerdas completan 2-2.4 ciclos reproductivos al año (entre cubrición, gestación, parto y lactancia). La vida útil de las cerdas está estimada en 2-3 años.
Posteriormente son enviadas al matadero. La vida de los cerdos dedicados a consumo es de 170-190 días (unos 6 meses).
Área de gestación (114 días). Las hembras reproductoras son inmovilizadas en su jaula de gestación, de forma que son obligadas a vivir encima de sus excrementos y orines. Algunas hembras, debido al gran aumento de peso del embarazo, no caben en las jaulas y se lesionan al menor movimiento. Este trato incumple la normativa de bienestar animal de la Unión Europea que entrará en vigor en 2013 y que exige que las jaulas tengan un mínimo de 2.8m de lado y que cada cerda disponga de 2.25m2. Área de maternidad (21-28 días desde la fecha de parto). En este área la cerda pare y está con sus crías hasta el destete. Las madres son obligadas a permanecer inmóviles. Los lechones son enviados al área de transición y las hembras vuelven al área de cubrición para salir del celo (normalmente en 3-4 días) y empezar un nuevo ciclo reproductivo. A los pocos días de nacer los machos son castrados sin anestesia y se les corta el rabo para evitar el canibalismo en la etapa de cebo. Área de transición (desde los 21-28 días hasta 60-80 días). En este área los lechones permanecen en cubículos y son alimentados pasando de los 6-8kg a los 20-30kg. Las crías más fuertes suelen atacar a las más débiles que, sin atención médica en sus heridas, sufren abscesos e infecciones que llegan a necrosarse. Los cerdos gravemente enfermos son apartados de los cerdos sanos y metidos en recintos sin a agua ni comida hasta que mueren entre sus propias heces y orines. En las imágenes de abajo, dos cerdos abandonados en uno de esos recintos. En la imagen de la derecha se aprecia el lamentable estado del animal; el absceso de gran tamaño que tenía en la cadera reventó dejando a la vista parte de sus músculos y huesos, lo que ha provocado su desahucio. Área de cebo (hasta los 170-190 días de vida). Los cerdos son alimentados hasta alcanzar el peso de sacrificio (100kg como peso habitual en España). Su tiempo de vida es los 170-190 días (unos 6 meses) que tarda en alcanzar ese peso. Todas las fotos de cerdos en granjas adjuntas en esta página han sido extraídas del reportaje de Equanimal en granjas españolas. Puede ver los vídeos en Granjas y Mataderos.org Cría de vacas según su producción
Lejos de la idílica imagen que tenemos de las vacas pastando apaciblemente, la cría y trato que reciben estos animales es bien distinto en el mundo real, tratados como simple carne o máquina de fabricar carne (terneros) y leche. La industria
divide a estos animales según su producción en: vacas nodriza, vacuno de cebo y vacas lecheras.
Vacas nodriza. Suministran la materia prima para la producción de carne (terneros). El objetivo es un parto por vaca y por año. Las vacas son separadas de los terneros pocos días o semanas después del parto.
Vacuno de cebo. Vacas, terneros, novillos y toros destinados al engorde "con destino posterior directo y exclusivo al matadero", en palabras de la propia industria. Los terneros destinados a carne son alimentados con lactoreemplazante obtenido de productos de la industria láctea (leche descremada, suero de leche, etc). No son alimentados con leche de vaca puesto que esta leche es destinada a consumo humano.
Los animales destinados para consumo son transportados con una edad de 6-9 meses. Durante el transporte se trata de proveerles de agua para facilitar el posterior desuello y eviscerado. Con posterioridad al transporte, las reses tienen un periodo de descanso para regular los cambios en la acidez producidos por el estrés del viaje ya que si la acidez no es la adecuada, no se produce el sangrado completo. Resulta escandaloso que los cuidados en el trato sean únicamente por cuestiones de producción.
Vacas lecheras. Las vacas deben quedar embarazadas para producir leche; el embarazo se produce generalmente de forma artificial con semen extraído con técnicas como la electroeyaculación inducida. Después del parto, los terneros son separados para producir carne. La leche de las vacas es destinada a consumo humano; en España se consumen 105 litros de leche por persona y año, según datos de MAPA. Cuando la vaca no produce suficiente leche y vale más muerta que viva, es enviada al matadero. Paté de foie gras
Muchos consumidores desconocen el proceso utilizado para la obtención de paté de foie gras. Para conseguir el gusto y textura deseados, patos y gansos son alimentados de manera forzada con más de medio kg de grano y grasa, dos o tres veces al día. Estas aves sufrirán un aumento de su hígado de entre seis y diez veces su tamaño natural; es el momento en que son sacrificadas. Científicos de la U.E.
concluyen que estos animales "morirían si fuesen alimentados de esta manera por más tiempo, ya que este régimen alimenticio tiene efectos devastadores en su organismo".
Actualmente los patos son más utilizados que los gansos, ya que su alimentación y engorde resultan más baratos. La mayoría de ellos permanecen en jaulas individuales que no les permiten siquiera ponerse de pie o extender las alas; el cuello sobresale a través de la jaula para que la persona encargada de su alimentación pueda agarrarles la cabeza y forzarles a abrir el pico. En la mayoría de las granjas se utiliza una bomba neumática que permite meter en pocos segundos en la boca del pato la enorme cantidad de comida necesaria para provocar que su hígado se hinche exageradamente. La bomba es introducida en la garganta del animal y la comida es inyectada en apenas tres segundos. Muy lejos del comportamiento que estos animales tienen en estado natural (formando grupos sociales y dedicándose en gran parte a buscar comida y cuidar su plumaje) el aumento exagerado de su hígado les va dificultando rápidamente el movimiento y la respiración; el aumento de peso les causa incluso heridas por el rozamiento de la zona pectoral con el suelo de la jaula. Además, este tipo de alimentación resulta muy deficiente en los nutrientes que estas aves necesitan, de modo que su estado general de salud deja mucho que desear y entre el 30-70% de las aves examinadas en mataderos sufren múltiples fracturas de huesos debido a la pobre ingesta de calcio. Las autopsias han encontrado aves con insuficiencias cardíacas y renales así como con hemorragias hepáticas. En poco tiempo, estas aves padecen estados avanzados de enfermedad. Algunas de las críticas más irrecusables a la industria del foie gras proceden de veterinarios que han examinado informes de autopsia de aves criadas para este fin.
El Dr. Mark Lerman, veterinario estadounidense, comentaba lo siguiente: "el esófago está tan densificado, hinchado e infectado a causa de la alimentación forzada, que el ave nunca podría volver a comer por sí misma. Las lesiones que he visto en este pato y otros como él son inigualables. Estas lesiones son el resultado de un esfuerzo continuo, perverso y coordinado de forzar físicamente a estas pobres criaturas a hacer algo para lo que no están diseñadas". Un reciente estudio de la industria del foie gras sobre bienestar animal, llevado a cabo por el comité científico de la Unión Europea, condenó la producción de este producto por ser perjudicial para el bienestar animal. A pesar del punto de vista de
este experto comité, la U.E. no ha preparado hasta ahora legislación alguna para evitar o restringir esta práctica. En muchos países, la preocupación por la crueldad que conlleva la producción de foie gras ha llevado a prohibir los métodos empleados. Las leyes de protección animal de Dinamarca, Alemania, Noruega, Polonia y Austria prohíben específicamente la alimentación forzada. En Suiza, interpretan la ley contra la crueldad en animales como impedimento para la producción de foie gras y sucesivos ministros en Gran Bretaña han afirmado que esta práctica no se permitirá. A pesar de estas leyes, muchos de estos países siguen importando grandes cantidades de foie gras de Francia. Conclusiones - Seguramente muchos chefs y consumidores que consideran que el foie gras tiene un único y exquisito sabor prefieran no saber cómo se hace este producto. Pero cualquiera que se tome el tiempo de averiguar cómo tratan a los animales en el proceso de la alimentación forzada lo tendrá difícil a la hora de justificar semejante sufrimiento. - Evite los productos que recorren grandes distancias antes de llegar al consumidor. Dar preferencia a las alternativas locales disminuye el apoyo a la importación de ganado en estas pésimas condiciones. Fuente: http://ecomaltratoanimal.blogspot.mx/2009/01/consumo.html
Debido al especismo -la discriminación en función de especie- y al beneficio que podemos obtener de su explotación, los animales son utilizados para servir a nuestros intereses de una forma u otra. Millones de ellos mueren cada hora tras ser víctimas de nuestra explotación como alimento, vestimenta, entretenimiento o modelos de laboratorio. De todos estos ámbitos, es el de la alimentación el más representativo, dada la cantidad de muertes y de sufrimiento que ocasiona. Vivimos en una sociedad en la que desde pequeños se nos enseña a comernos a algunos animales. Por ello, los cerdos, los pollos, los atunes las vacas, etc. son considerados alimento y esto es algo que pocos cuestionan. Cada comida o cena suele tener a alguno de estos individuos como víctima.
La solución: el veganismo Existe una solución muy sencilla para acabar con el ámbito que más muertes y sufrimiento provoca en el mundo: adoptar una dieta vegana (100% vegetariana) exenta de productos de origen animal tales como la carne/pescado, los huevos, los lácteos. La dieta vegana es nutricionalmente completa, y puede resultar tan deliciosa y agradable como cualquier otra, con el importante valor añadido que adoptándola estamos evitando la muerte y el sufrimiento de miles de individuos que al igual que nosotros merecen que su vida y su libertad sea respetada. El hábito de consumir productos animales está muy arraigado en cada uno de nosotros; hemos crecido en una sociedad que considera que los animales no humanos (pues nosotros también somos animales) son poco más que "recursos" o "cosas" para nuestro beneficio. Nos han enseñado a diferenciar entre un niño, un perro y un cerdo, a jugar con los dos primeros y comernos al tercero, sin caer en la cuenta de que todos ellos son individuos que quieren disfrutar de sus vidas por igual y merecen el mismo respeto. Y es que desde poco después de nacer (y antes de que pudiésemos hablar o razonar sobre la realidad), ya nos alimentaban con purés para bebés con animales triturados. Las costumbres y hábitos que llevamos repitiendo toda una vida a veces no son fáciles de cambiar, pero si nuestra vida dependiese de ello, como sucede con la de los otros animales, seguro que nos tomaríamos en serio este cambio y lo llevaríamos a cabo.
Carne Millones de vacas, pollos y cerdos son matados cada año para acabar en nuestro plato. También otros animales como los conejos, pavos, corderos, etc. mueren víctimas del sabor que tiene su carne. Todos los animales criados para consumo son matados, a pesar de que, al igual que a nosotros, a ellos también les importa su vida. Este es su inevitable final tanto en una granja ecológica como en una industrial. No existe motivo que justifique alimentarnos con los cadáveres de otros animales. El que alguien sepa bien, aporte proteínas, etc. jamás sería considerado un motivo válido para comernos a otros humanos y tampoco deben ser argumentos que justifiquen el consumo de otros animales. > Más información sobre la carne
El "pescado": la carne de los peces
La mayor parte de los individuos que mueren para nuestro consumo son peces. Tal es la cantidad que se les cuenta por toneladas y no por individuos, lo que hace difícil calcular cuántos de ellos mueren y es un claro ejemplo de la consideración que reciben. A pesar de las cifras en que son capturados y de lo que solemos pensar, los peces son individuos que sufren y disfrutan de sus vidas como confirman claramente diversos estudios científicos. Según Huntingford (2002) los peces tienen sentidos para detectar estímulos de dolor, vías sensoras para procesar dichos estímulos y mecanismos cerebrales que procesan dicha información y generan respuestas comportamentales que sugieren experiencias subjetivas negativas. En consecuencia, sus intereses merecen tanta importancia como los de cualquier otro animal -sea humano o no-. Existen diversas formas de capturar a los peces para nuestro consumo, aunque todas implican su sufrimiento y muerte. Las redes de pesca de los buques comerciales al igual que los anzuelos de la pesca deportiva, les causan una muerte dolorosa y lenta. Quienes son víctimas de las redes de la pesca comercial suelen morir asfixiados, aplastados por el peso de los demás peces o congelados en las cámaras de conservación de los buques. En las piscifactorías los peces mueren tras una vida de sufrimiento debido a la privación de libertad a la que están sometidos. > Más información sobre el "pescado". Lácteos y huevos En ocasiones resulta más fácil entender por qué la carne y el "pescado" producen la muerte y el sufrimiento de los demás animales, ya que en ambos casos éstos han sido criados exclusivamente para ese fin, el de ser asesinados para que otros coman su carne. Pero existen otros productos que, aunque en un principio puedan parecer libres de sufrimiento y muerte, su producción y consumo les daña tanto o más que el de los primeros. Los animales no humanos destinados a la producción de huevos o leche, son comprados y vendidos -reforzando su consideración como propiedades-, son privados de libertad, separados de sus hijas/os o familias, y finalmente matados cuando ya no sirven al propósito para el que fueron criados. Siempre que alguien es utilizado para darnos un beneficio, sus intereses son desconsiderados en favor de los nuestros. Así, en todas las formas de explotación animal alguien ha sufrido de una forma u otra.
Huevos Para la producción de huevos -sean éstos de cría intensiva o ecológica- las gallinas son criadas con el único objetivo de que proporcionen el mencionado producto. Sus intereses cuentan en función de su capacidad para producir huevos. Las gallinas criadas con dicho propósito han nacido únicamente porque alguien pensó que podía sacar provecho de ellas. Así, éstas son matadas cuando dejan de ser productivas (o simplemente cuando sus niveles de producción descienden). Además, la producción de huevos también cuenta con los pollos macho entre sus víctimas, ya que a éstos se les mata nada más nacer porque la industria no obtendrá beneficio de ellos (dado que no ponen huevos y no son rentables para engordarles y utilizar su carne (para esto se utiliza a los pollos broiler que engordan más). > Más información sobre los huevos.
Leche Al igual que ocurría con los huevos, la leche es un producto derivado de la explotación animal. A las vacas se las cría con el único objetivo de que den leche reforzando así su consideración como "objetos" a disposición humana -, a los terneros se les separa al poco de nacer de su madre y es matado por su carne. Las vacas son ordeñadas varias veces al día siendo necesario para ello privarlas de libertad. Tras varios años de ser explotadas por su leche, son matadas cuando se considera que no son lo suficientemente productivas. En definitiva: el consumo de leche tiene víctimas. > Más información sobre los lácteos Es posible sustituir la leche de vaca por otras leches vegetales como la de soja, arroz, avena, etc. evitando así participar en esta explotación. LAS VÍCTIMAS
Las vacas Además de por su leche, las vacas son explotadas por su carne, para ello son recluidas durante toda su vida en espacios más o menos abiertos. Aunque las vacas pueden llegar a vivir 15 años, normalmente se las asesina al año de su nacimiento para obtener de ellas una carne más tierna. Las terneras explotadas por su carne son alejadas y separadas de sus familias y amigas para ser compradas o vendidas al poco de nacer. Esto también ocurre cuando algunas de sus compañeras son llevadas al matadero (donde finalmente acabarán todas ellas), hecho que les ocasiona una gran cantidad de ansiedad, ya que son seres muy sociables capaces de aprender unas de otras y de establecer relaciones que pueden durar toda su vida. Pero sobre todo, y al igual que los demás animales, las vacas quieren disfrutar
de aquello que les reporta satisfacción (pastar tranquilamente, cuidar de sus hijos, etc.), desean vivir y no es justo que frustremos dicho interés en otros. No debemos olvidar que el cuero también es una sentencia de muerte y de sufrimiento para las vacas. Comprar cuero es beneficiar directamente a industrias, granjeras/os y/o empresas que se lucran de la explotación animal, siendo éste el segundo producto más rentable de la industria cárnica. > Más información sobre el cuero,
Los cerdos A menudo se oye decir que de los cerdos se aprovecha todo, como si el hecho de que el cuerpo de alguien fuera más o menos aprovechable justificase su asesinato. Los cerdos son individuos conscientes de sus experiencias que disfrutan de su vida cuando esto es posible. Pueden pasar horas jugando, tumbados al sol o explorando sus alrededores con su potente sentido del olfato. Todo esto les resulta agradable y quieren seguir experimentando y disfrutando de su vida. En esta industria quizás quienes más padecimiento sufren sean las cerdas que dan luz a los lechones. Estas son inseminadas artificialmente repetidas veces durante toda su vida, forzándolas a tener hijos y separadas de ellos al poco tiempo de nacer. La vida de ellas y su capacidad reproductora no son vistas más que como formas de traer nuevos esclavos a este mundo. Desgraciadamente, para la mayoría de los humanos hoy día, los cerdos no son más que un plato de jamón serrano o chorizo, olvidando que el consumo de estos productos implican el viaje de alguien al matadero.
Los pollos y las gallinas Las gallinas y los pollos son explotadas/os para la obtención de huevos o carne. Para esta segunda forma de explotación se utilizan a los pollos broiler, individuos genéticamente seleccionados para que engorden más. Los pollos son seres muy sociables a los que les gusta picotear el suelo y la comida, estar con sus compañeros, darse baños de arena o tomar el sol; por ello sufren enormemente cuando son privados de libertad y coartadas sus posibilidades de disfrute, de la misma forma que padeceríamos nosotros cuando no podemos llevar a cabo aquello que nos gusta o deseamos. No olvidemos además que la muerte coarta toda posibilidad de disfrute, para siempre, tanto para ellos como para nosotros.
Otras víctimas: Pero las gallinas, los pollos y los peces no son las únicas víctimas de la industria cárnica, 80.000 patos, 800.000 pavos, 90.000.000 de conejos mueren cada año en el estado español por el simple hecho de que su carne sabe bien.
Visita la web de Igualdad Animal sobre la explotación de animales para la alimentación GranjasDeEsclavos.com. Huntingford, F. A. (2002). Welfare and aquaculture. European Aquaculture Society Special Publication. 32:52-54. Fuente: http://www.igualdadanimal.org/alimentacion