Actitud enunciativa: El hablante lírico expresa algo externo a sí mismo, describiendo o narrando una situación concreta y refiriéndose a esto con la mayor objetividad posible. Para esto, generalmente utiliza la primera o tercera persona gramatical. Ejemplo: La tarde está muriendo como un hogar humilde que se apaga. Allá, sobre los montes, quedan algunas brasas. Y ese árbol roto en el camino blanco hace llorar de lástima. ¡Dos ramas en el tronco herido, y una hoja marchita y negra en cada rama! (Campo de Antonio Machado. (Fragmento))
Actitud apostrófica: El hablante lírico se expresa interpelando a un tú diréctamente, es decir a una segunda persona (gramatical) que en muchos casos coincide con el objeto lírico. Generalmente este tipo de forma ocurre en una mezcla o intermedio entre la objetividad y subjetividad. Ejemplo: AMO, Valparaíso, cuanto encierras, y cuanto irradias, novia del océano, hasta más lejos de tu nimbo sordo. Amo la luz violeta con que acudes al marinero en la noche del mar, y entonces eres -rosa de azaharesluminosa y desnuda, fuego y niebla. ( Amo, Valparaíso cuanto encierras de Pablo Neruda. (Fragmento)) Actitud carmínica o de la canción: Actitud lírica en la que el hablante se expresa desde su yo interno, manifestando sus sentimientos y estado interior sobre todo a través de la primera persona gramatical, y generalmente de manera muy subjetiva. Ejemplo: Soy el que sabe que no es menos vano que el vano observador que en el espejo de silencio y cristal sigue el reflejo o el cuerpo (da lo mismo) del hermano. Soy, tácitos amigos, el que sabe que no hay otra venganza que el olvido ni otro perdón. Un dios ha concedido al odio humano esta curiosa llave. Soy el que pese a tan ilustres modos de errar, no ha descifrado el laberinto singular y plural, arduo y distinto, (Soy de Jorge Luis Borges. (Fragmento))
OBJETO LÍRICO: En cuanto al concepto de objeto lírico, se define como el elemento específico (concreto o abstracto) que inspira la creación del poema o composición lírica. En otras palabras, es un ente particular al que el hablante le canta o sobre el cual se expresa algo, y está en relación también con el motivo lírico, es decir el sentimiento, motivo o tema general que posee el hablante lírico dentro de la composición poética. Por ejemplo, en el siguiente poema el objeto lírico sería la mujer amada, mientras que el motivo lírico consistiría en el miedo a la pérdida de esta persona o relación. ME gustas cuando callas porque estás como ausente, y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca. Parece que los ojos se te hubieran volado y parece que un beso te cerrara la boca. Como todas las cosas están llenas de mi alma emerges de las cosas, llena del alma mía. Mariposa de sueño, te pareces a mi alma, y te pareces a la palabra melancolía. Me gustas cuando callas y estás como distante. Y estás como quejándote, mariposa en arrullo. Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza: déjame que me calle con el silencio tuyo. Déjame que te hable también con tu silencio claro como una lámpara, simple como un anillo. Eres como la noche, callada y constelada. Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo. Me gustas cuando callas porque estás como ausente. Distante y dolorosa como si hubieras muerto. Una palabra entonces, una sonrisa bastan. Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto. (Poema XV de Pablo Neruda)
ACTITUDES DEL HABLANTE LÍRICO Las actitudes líricas corresponden a la disposición de ánimo del poeta, y pueden ser fundamentalmente tres: 1) Actitud Enunciativa: El hablante lírico capta algo externo al yo, lo interioriza y lo expresa en un modo más bien narrativo o descriptivo, intentando mantener cierta objetividad.
Ejemplo: “Aquí en la isla, el mar y cuanto mar Se sale de sí mismo a cada rato No puede estar quieto me llamo mar, repite Pegando en una piedra Sin lograr convencerla".". (P. Neruda, “Oda al mar”)
2) Actitud apostrófica: El poeta convierte en un tú lo que está fuera de él y se dirige con intensidad y dramatismo a ese tú en una apelación directa. Aquí, el hablante se mueve entre lo subjetivo y lo objetivo.
Ejemplo: “Ya no se encantarán mis ojos en tus ojos Ya no se endulzará junto a ti mi dolor Pero hacia donde vaya llevaré tu mirada Y hacia donde camines llevaras mi dolor". (P.Neruda “Farewell”)
3) Actitud Carmímina o de la canción:Es la actitud lírica por excelencia. En ella, el poeta eleva su canto desde sí mismo y expresa su interioridad anímica. En ella, predomina la subjetividad. Ejemplo: “Dolor del mundo entero que en mi dolor estalla, Hambre y sed de justicia que se vuelve locura; Ansia de un bien mayor que el esfuerzo apresura Voluntad que me obliga a ganar la batalla". (Claudia Lars, “Poeta soy”) Hablante lírico Tú sabes que en el género lírico lo fundamental es el mensaje, lo que este expresa y cómo lo hace. Dentro del mundo poético, el emisor es el hablante lírico, quien expresa sus sentimientos, ideas y pensamientos en un mensaje en el que la forma, sonoridad y significado se reúnen para constituir un todo. Ese todo es el poema, cuyas palabras no pueden ser reemplazadas ni cambiadas de lugar, porque comprometerían el mensaje en su conjunto. La voz creada por el poeta, el hablante lírico, es quien expresa el mensaje dentro del poema, es “el que habla”. A veces existe casi una correspondencia con el autor, incluso se confunden. Pero tenemos que considerar que el poeta, en su vida cotidiana, no se dirige a las personas del mismo modo en que escribe un poema. El poema es una obra especial. 1.-Observa la siguiente imagen y completa el esquema en tu cuaderno.
El hablante lírico, al expresar sus sentimientos, adopta una actitud determinada, como lo hace cualquier emisor de un mensaje en una situación comunicativa. En poesía, las actitudes que el hablante puede adoptar son tres: De la canción o carmínica, enunciativa y apelativa o apostrófica. Actitud de la canción o carmínica: es la actitud más plenamente lírica, en que la expresión mediante símbolos de los sentimientos predomina en forma casi absoluta.
Actitud enunciativa: aquí el hablante lírico se expresa a través de la narración emotiva de un hecho concreto.
Actitud apelativa o apostrófica: en esta situación el hablante reta, interroga o dirige la palabra a un tú ideal, que no es necesariamente un ser vivo.
2.-Reunidos en parejas, lean los siguientes fragmentos de poemas y determinen, ¿cuál es la actitud del hablante lírico en cada uno de ellos. A recorrer me dediqué esta tarde las solitarias calles de mi aldea acompañado por el buen crepúsculo que es el único amigo que me queda. Todo está como entonces, el otoño y su difusa lámpara de niebla, sólo que el tiempo lo ha invadido todo con su pálido manto de tristeza.
Nicanor Parra. Poemas y Antipoemas. Madrid: Editorial Castalia, 1994 Antonio Torres Heredia, hijo y nieto de Camborios, con una vara de mimbre va a Sevilla a ver los toros. Moreno de verde luna anda despacio y garboso. Sus empavonados bucles le brillan entre los ojos.
Federico García Lorca. Prendimiento y muerte de Antoñito el Camborio. Romancero Gitano. Santiago: Editorial Zig-Zag, 1995.
Recuerda tantas muchachas bellas que han existido: todas las bellezas de Troya, y las de Acaya, y las de Tebas, y de la Roma de Propercio. Y muchas de ellas dejaron pasar el amor, y murieron, y hace siglos que no existen. Tú que eres bella ahora en las calles de Managua,
un día serás como ellas de un tiempo lejano, cuando las gasolineras sean ruinas románticas. ¡Acuérdate de las bellezas de las calles de Troya!
Ernesto Cardenal. Epigramas. Madrid: Editorial Trotta, 2001
3.-¿Cuál es la actitud del hablante lírico en el poema Alturas del Machu Picchu? ¿Cómo lo saben? Comenten sus conclusiones con el curso.