Trastorno Antisocial De La Personalidad 372744

Trastorno antisocial de la personalidad Los individuos con trastorno antisocial de la personalidad (TAP) tienen un pasado juvenil caracterizado por problemas conductuales y una pauta de conducta adulta socialmente amenazadora y gravemente irresponsable. A estos sujetos se les encuentra en diferentes establecimientos de salud mental o pueden ser reclusos de una prisión o institución correccional. El trastorno antisocial de la personalidad crea un problema social de considerable importancia ya que según la APA se trata de una pauta conductual caracterizada por la inferencia ante los demás y la violación de sus derechos. Estos individuos crean problemas dentro de la sociedad porque el trastorno implica la realización de actos delictivos que amenacen a la gente y propiedades. La visión del mundo de los sujetos con TAP es más personal que interpersonal. Se puede decir que no pueden sostener otra visión del mundo que no sea la suya propia. En este sentido, no se pueden poner en la piel del otro. El individuo antisocial se ve así mismo como inteligente, persistente y obligado por las circunstancias, pero si alguien hace lo mismo es un patético ladrón. Existe una pregunta muy importante. ¿Se puede tratar a las personas antisociales con psicoterapia? Muchos autores dan una respuesta negativa, ya que se consideran incapaces de sacar algún provecho de este tipo de terapia debido a 3 factores. 1- Para aplicar psicoterapia es necesario disponer de un súper yo. El sujeto con TAP es intratable en virtud de su carencia de empatía o de aceptación de las normas y reglas de la comunidad (súper ego). 2- El segundo factor es que el sujeto posee poca motivación hacia el tratamiento, ya que por lo general llegan a terapia en contra de su voluntad, por fuentes externas que ejercen presión en él. 3- El tercer factor es la opinión prevalente de que se trata de un diagnostico amorfo, genéticamente determinado, más que una serie definida de conductas.

Perspectiva histórica Los trabajos de Cleckley (1976) y Robins (1966) ayudaron a trazar el mapa de ciertos rasgos de la personalidad que suelen aparecer en los individuos antisociales. Podemos recurrir a los rasgos que se presentaban desde el DSM-I hasta el DSMIV. 

El DSM-I (1952), incluía en el diagnóstico del trastorno socio patico de la personalidad a: individuos irresponsables que se meten siempre en problemas, individuos que viven en un ambiente moral anormal e individuos que muestran conductas sexuales desviadas. (Homosexualismo, travestismo, pedofilia, fetichismo, sadismo sexual).

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El DSM-II (1968), incluida aquellos incapaces de ser leales a otros individuos, grupos o valores sociales. Egoístas, crueles, irresponsables, impulsivos e incapaces de sentir culpa o de aprender de la experiencia y el castigo.

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DSM-III (1980), añadía la advertencia de que había una cronicidad en la conducta y que empezaba antes de la edad de los 15 años. Esto incluía, mentir, robar, pelearse, escaparse de casa y resistirse a la autoridad.

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DMS-III R (1987), incluía crueldad física, vandalismo y escapadas de casa.

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DMS-IV (2000), defiere claramente de los otros trastornos de la personalidad. Allí se señala que es el único trastorno que no se puede diagnosticar en la infancia.

Investigación y datos empíricos La literatura sobre el tratamiento del TAP se ha basado fundamentalmente en investigación empírica con sujetos usualmente delincuentes más que con pacientes, definidos como psicópatas. Se ha dedicado una considerable atención a distinguir la psicopatía primaria de la secundaria. La psicopatía primaria se distingue por una aparente ausencia de ansiedad o culpa por la conducta ilegal o inmoral. Como puede ser el mentir deliberadamente o dañar a otras personas sin sentir nerviosismo, dudas, o remordimiento. Se considera que el psicópata primario carece de conciencia moral. El psicópata secundario es un individuo capaz de emprender la misma conducta explotadora, pero que dice experimentar sentimientos de culpa por haber hecho daño, quizá tema a las posibles consecuencias de la mala conducta, pero sigue

comportándose del modo antisocial, debido a un pobre control de impulso y a su labilidad emocional. La investigación sobre la psicopatología antisocial ha sido construida bajo la asunción de que existe un trastorno sistemáticamente definido distinguible de la conducta delictiva por si sola.

Criterios para el diagnóstico de F60.2 Trastorno antisocial de la personalidad (301.7) A. Un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás que se presenta desde la edad de 15 años, como lo indican tres (o más) de los siguientes ítems: 1. Fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento legal, como lo indica el perpetrar repetidamente actos que son motivo de detención 2. Deshonestidad, indicada por mentir repetidamente, utilizar un alias, estafar a otros para obtener un beneficio personal o por placer 3. Impulsividad o incapacidad para planificar el futuro 4. Irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas repetidas o agresiones 5. Despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás 6. Irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad de mantener un trabajo con constancia o de hacerse cargo de obligaciones económicas 7. Falta de remordimientos, como lo indica la indiferencia o la justificación del haber dañado, maltratado o robado a otros B. El sujeto tiene al menos 18 años. C. Existen pruebas de un trastorno disocial que comienza antes de la edad de 15 años. D. El comportamiento antisocial no aparece exclusivamente en el transcurso de una esquizofrenia o un episodio maníaco.

Características esenciales del diagnostico 1- Cognición (maneras de percibir e interpretarse a sí mismo, a otras personas y eventos) sus pensamientos automáticos reflejan temas comunes relacionados con estrategias pragmáticas para conseguir sus objetivos inmediatos. 2- Afectividad (rango, la intensidad, labilidad, respuesta emocional) las respuestas afectivas de los individuos pueden ir desde el aislamiento y entonces la conducta antisocial se produce sobre ellos mismos (uso de heroína) hasta la extroversión agresiva. 3- Funcionamiento interpersonal. Algunos sujetos antisociales tienen pocas habilidades interpersonales o problemas que se basan en sus déficits de habilidades sociales, ya que actúan inapropiadamente sin una causa aparente (tomar cosas sin pedir permiso).otros por el contrario poseen fantásticas habilidades sociales que usan para manipular a los demás. 4- Control de impulsos. Hay algunos que evidencian un gran control de impulsos, esperando pacientemente su oportunidad para obtener lo que desean. Otros son solo oportunistas que corren inflexiblemente a la hora de tomar lo que quieren sin pensar en las consecuencias.

Enfoque de tratamiento El tratamiento del TAP es obviamente un reto para el terapeuta, ya que muchas veces la efectividad del tratamiento de estos pacientes está limitada a un mejor manejo de sus conductas problemáticas dentro de un marco instruccional. Para enfrentar el TAP, se puede utilizar la terapia cognitiva, puede ayudar a una mejora de la conducta moral y social por medio de las funciones cognitivas. Se propone a ayudar al paciente con TAP a pasar del pensamiento en términos fundamentalmente concretos e inmediatos, a considerar un espectro más amplio de perspectivas interpersonales, creencias alternativas y acciones posibles.