“APRENDAMOS DE JOCABED” Éxodo 2:1-10 ¿Alguien de ustedes sabe de algun libro, alguna revista, algun sitio web o de algun lugar en el cual se enseñe a ser mamá? Es cierto, en ningún lado se enseña a ser mamá; sin embargo la Biblia nos da ejemplos extraordinarios de mujeres comunes que no pretendiendo ser perfectas e infalibles dan ejemplo de cómo espera Dios que sea las mamas de nuestros hijos. Si a alguien le preguntara, ¿Cómo debe ser una madre? Las respuestas generalmente girarían en torno a su amor, su ternura, su cuidado, su sacrificio y demás virtudes. La Palabra de Dios fue escrita para que tanto hombres como mujeres; es decir padres y madres sepan la mejor manera de desempeñar estas funciones en la vida. Y lo maravilloso es que usa personas, como usted, como yo, comunes y corrientes que aprenden a cuidar a sus hijos de la mejor manera. Hoy les invito a que juntas aprendamos de una mujer llamada Jocabed, aprenderemos de ella; cómo ser una buena madre, pero sobre todo una mamá conforme al plan de Dios.
1 A mirar bien a los hijos. (v. 2) “y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido” Desde luego que la vida de Jocabed empieza mucho tiempo antes; sin embargo Dios quiso resaltar sus cualidades maternales y por eso solamente conocemos de ella la parte en la que fue precisamente mamá. Nos dice la Biblia que un varón levita fue y tomó por mujer a otra levita; la historia nos dice que el varón era Amram y la mujer se llamaba Jocabed; es interesante notar que Jocabed era mayor que Amram; pues según la genealogía Jocabed era tía de Amran; esto lo menciono no para demeritar a nadie, sino para resaltar que Dios es capaz de hacer grandes cosas a través de personas comunes. Pasado el tiempo reglamentario se nos dice que Jocabed dio a luz a pequeño bebé; eso obviamente la convirtió en mamá. Pero lo que más llama mi atención es que la Biblia ocupa espacio en resaltar que Jocabed vio a su hijo y le pareció hermoso “y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido”. A muchos esto no parece decirles absolutamente nada; pues es sabido que las madres generalmente ven hermosos a sus hijos; sin embargo no solamente en esta porción de la escritura vemos que se señala la “hermosura” del bebé; sino que además en la carta a los Hebreos refiriéndose al bebe
Moisés dice: “porque le vieron niño hermoso” (Hb 11: 23) pero la Biblia lo que quiere resaltar no es sólo la belleza física del bebé, sino además, qué la mamá vio de especial en su hijo; muy posiblemente la madre vio el pequeño corazón del bebé Moisés hacia Dios y además pudo ver que Dios haría algo grande a través de la vida de su hijo. No estoy hablando de visiones literales; sino que Jocabed intuía el plan de Dios para su bebé. Esteban afirmó lo siguiente: “En aquel tiempo nació Moisés, y fue agradable a Dios” (Hch. 7: 20) como pueden darse cuenta, la belleza que vio Jocadeb en su hijo, fue la misma que vio Dios en Moisés y no se refería solamente a lo físico sino a lo apto para sus planes. ¿Qué nos enseña Jocabed acerca de la maternidad? Que hay que tener los ojos bien abiertos a sus hijos y mirarlos más allá de lo que sus ojos físicos están viendo; ¿Cuántas mamás vislumbran en el futuro a sus hijos? ¿Cuantas madres pueden observar en su hijo o hija lo que Dios tiene para ellos?, no estoy hablando de que las mamás deben determinar a su capricho el destino de sus hijos, sino más bien si ven a sus hijos como triunfadores, como vencedores, pero sobre todo como útiles en las manos de Dios.
Una madre debe mirar a sus hijos y reconocer sus potenciales, sus habilidades, su llamado de Dios y ayudarlos a conquistar sus sueños. Jocabed parió a Moisés en tiempos difíciles, tiempos en los cuales existía una ley en la que todo bebé varón debía ser ahogado en el río; sin embargo a pesar de la amenaza que había sobre el bebé de Jocabed, esta fue más temerosa o reverente hacia Dios que al mismo Faraón. Cuando Jocabed vio a su hijo, no sólo miró a un niño bien formado o sano sino que vio al libertador de su pueblo; por eso toma la decisión de esconderlo y jugarse el todo por el todo y así evitar que lo mataran. Amigas mamás no pueden excusarse ante Dios de no poder ayudar a sus hijos a conquistar sus metas, mayormente si estas metas glorifican y exaltan el nobre del Señor, y si esta meta contribuye a que el pecador venga a los pies de Cristo y asi la obra del Señor crezca. Jocabed nos enseña que no importa lo que rodea; pues ella tuvo que esconder durante 3 meses a su hijo para así salvarle la vida y por consecuencia hacer la voluntad de Dios. 2 A buscar lo mejor para los hijos. (v. 3) “Pero no pudiendo ocultarle más tomó”. Ya decía que el nacimiento de Moisés se dio en tiempos muy difíciles; pues el faraón había
promulgado una ley en la que todo niño varón que naciera de los hebreos debería ser muerto ahogado en el río Nilo (Ex. 1: 22); era cruel faraón en especial con los hebreos; el pueblo de Dios. Estas eran las circunstancias bajo las cuales Amram y Jocabed decidieron ser padres; y fueron en estas mismas circunstancias en las que recibieron al bebé Moisés. Pero pasado un lapso de 3 meses de haber nacido el hijo de Jocabed, le fue prácticamente imposible seguir escondiendo a su bebé. Debió ser muy difícil mantener en lo oculto a un bebé; pues estos se dan a notar inmediatamente; ¿cómo hizo esta mujer para mantener en secreto a su bebe? Es un completo misterio, pero logró que nadie se enterará de que acaba de parir a un bebe varón; pero se cumplió el tiempo en el que esto ya era muy difícil y es entonces el momento de tomar duras, pero sabias decisiones; era momento de saber que era lo mejor para el bebé, no era momento de pensar en lo que era mejor para la mamá, sino lo mejor para el niño; y es cuando Jocabed hace de lado sus emociones, y entonces “tomó una canasta de juncos, le tapó las rendijas con asfalto, pasta de resina, y puso el niño adentro”. Jocabed espero hasta lo último; sin embrago estas no eran medidas desesperadas, sino más bien medidas urgentes. Pues no debemos pensar que lo que hizo
Jocabed era un locura; sino que muchos comentaristas bíblicos coinciden en que esos tres meses en lo que Jocabed escondió a su hijo, también fueron tiempos de planeación; Jocabed sabía que no llegaría muy lejos con un bebe varón y una ley en su contra; por esa razón la madre planeó y busco “lo que era mejor para su hijo” y lo mejor era depositarlo en el río y que el río lo llevará a su destino. Se sabe que Jocabed conocía perfectamente los horarios de la hija del faraón; así como su ubicación exacta de en donde bajaba a bañarse en compañía de sus asistentes. Contrario a lo que algunos pueden pensar Jocabed tenía un plan; descabellado para muchas mamás antiguas y modernas; pero Jocabed solo pensaba en lo que era mejor para su hijo. ¿Qué enseña Jocabed a las madres de todos los tiempos? A que busquen lo mejor para sus hijos, no para ellas, sino para ellos. Fue Luis Pasteur, famoso microbiólogo quine dijo: “No le evitéis a vuestros hijos las dificultades de la vida, sino enseñadles más bien a superarlas”. Jocabed quería salvarlo de una muerte segura; para eso planificó su escape; algo fuera de lo común; pero le resultó; pues Moisés no sólo se salvo sino además cumplió la voluntad de Dios. En muchas ocasiones he observado a madres que en lugar de buscar lo mejor para sus hijos, buscan lo mejor para
ellas; frases como “no quiero problemas” son muy escuchadas en labios de quienes en lugar de retenerlos debieran dejarlos volar y/o experimentar en el río de la vida. Tenemos que reconocer que cuando se tiene un hijo uno puede auto-engañarse y convencerse que lo mejor para nosotros es lo mejor para nuestros hijos. He conocido personas que no han aceptado grandes ofertas o aceptado grandes retos; porque eso no conviene a los intereses de sus madres. Jocabed nos dice, ¿Qué es lo mejor para mi bebé? Posiblemente algunas madres afirmarían que lo mejor es quedárselo y enfrentarlo todo. Sin embargo si Jocabed hubiera optado por esto, lo más seguro es que Moisés hubiera muerto y el pueblo de Israel hubiera quedado igual. Madres que me escuchan, busquen de Dios la dirección acerca de que es lo mejor para sus hijos; despójense de todo sentimiento egoísta y dejen que sus hijos vivan sus propias vidas; pero recuerden que Jocabed no lo hizo a tontas y a locas; sino que llevo una perfecta planeación; recubrió la canastilla para evitar que el agua penetrara y lo ahogara; así mismo recubra la vida de su hijo con oración constante para que el mal no lo inunde y lo ahogue. Además Jocabed tenía muy bien checado todo referente al futuro de Moisés; así mismo planifique la educación y entrenamiento de
sus hijos; no lo deje al azar o a como se vayan presentando la oportunidad; prepárelo durante los primeros años y sólo entonces sabrá que camino escoger cuando tenga que decidir sobre su futuro; pero recuerde debe buscar lo que es mejor, lo más adecuado para su hijo; no todos son iguales. Aprendamos de Jocabed la madurez de buscar lo mejor para nuestros bebés. 3 A confiar en Dios. (v. 3) “y lo puso en un carrizal a la orilla del río” Ha escuchado usted hablar de la ley de Murphy; es aquella que dice: “Si algo tiene que salir mal, saldrá mal”, seguramente Jocabed no se apoyaría en esta ley; pero como humana, tal vez en su corazón hubo por un momento la duda de saber si su plan resultaría. Tuvo tres meses para planear la estrategia con la que salvaría la vida de su hijo. Así pues llegó el día en el que pondría en acción lo planeado; entonces una vez preparado el bebe en su canasta; ésta fue colocada “en un carrizal a la orilla del río” y es entonces cuando el corazón de Jocabed se derretía de dolor, pero además de una fuerte preocupación, ¿funcionará? En ese momento Jocabed estaba dando un salto de fe, de confianza en que Dios recompensaría sus esfuerzos; pues aunque sabía el
horario y ruta de la princesa egipcia, nada humanamente hablando le garantizaba que las cosas le saldrían bien; pues recordemos que la ley era muy clara: “Echad al río a todo hijo que nazca”; cuando Jocabed puso a su hijo en el río muchos fueron los pensamientos que cruzaron por su cabeza; siendo tal vez la aún desconocida ley de Murphy uno de estos pensamientos (“si algo tiene que salir mal; saldrá mal”) ; sin embargo hubo uno más poderoso que fue el de confiar plenamente en Dios y su providencia. La confianza es una virtud que las madres de todos los tiempos deben desarrollar; pues tienen que reconocer que muchas son desconfiadas, muchas con justificada razón, aunque también hay quienes rayan en la exageración. Jocabed nos enseña a confiar en Dios; a colocar en sus manos a los hijos y descansar en que Él tiene cuidado de ellos; sin embargo hay quienes quieren ayudar a Dios, convirtiéndose en la 4ta. Persona de la trinidad; pero Jocabed estaba en peores condiciones; su situación era verdaderamente urgente y peligrosa; sin embargo Jocabed sólo tenía el recurso de las promesas de Dios y confiar en ellas. ¿Qué hacer cuando los problemas nos viene por delante?, ¿Qué hacer cuando los problemas nos vienen por detrás?, ¿Qué hacer si los problemas nos rodean?... escapar hacía arriba! Así se encontraba
Jocabed, rodeada, sin embargo miró su salida hacía arriba, confiando en que Dios haría algo a su favor; y principalmente a favor de su hijo. La historia nos dice que efectivamente la canasta con el bebé dentro siguió su curso y llegó hasta el lugar en donde la princesa se bañaba; para esto Jocabed instruyó a María, su hija mayor, para que estuviera al pendiente de esto. Entonces la princesa vio el canasto y envió a una de sus siervas a recogerlo, al tenerlo cerca descubrió que la canasta contenía a un bebé, pero además descubrió que el bebé era hebreo y es entonces cuando ocurre la respuesta a la fe de Jocabed, pues la princesa bien pudo haber ejecutado allí mismo a ese bebé varón, sin embargo dice la Biblia que: “le dio compasión”. Madres encomienden sus hijos a Dios y descansen en Él, pues el obrará bondades en ellos; es la carta a los Hebreos quien nos dice: “Pero sin fe es imposible agradarle”(Hb. 11:6). Mamás confíen en Dios y Él hará maravillas en sus hijos. Desafío El relato nos sigue diciendo que por consejo de María; la hija del Faraón decidió contratar a una nodriza para seguir criando al bebé hebreo; no siendo una
coincidencia sino algo bien estructurado que fuera la misma Jocabed quien criara a su propio hijo; es maravillo ver como Dios uso a Jocabed y nos enseña cosas muy importantes; pues aparte de lo que ya vimos; Jocabed obtuvo bendición de recibir de regreso a su hijo (aunque fuera por poco tiempo) pero también la protección de la nobleza egipcia y de un pago por cuidar a su propio hijo. La participación de la historia Bíblica termina según algunos comentaristas 5 años después cuando Jocabed nuevamente decide entregar a su hijo. Por segunda ocasión Jocabed nos enseña que busca lo mejor para su hijo; le prepara sus cosas, se despide de él y con el corazón dolido pero contenta a la vez que haber contribuido en la parte más importante de la vida de un hijo, Jocabed lleva al pequeño Moisés al palacio real; pero esta vez para no volverlo a ver; sin embargo en su corazón sabía que su hijo en el futuro haría algo verdaderamente grande. El acto de amor más grande que una madre puede hacer por su hijo es dejarlo volar. Mamás; tomen consejo de Jocabed. Observen a sus hijos y descubran hacía donde los quiere llevar Dios; busquen lo mejor para ellos, planifiquen su crecimiento, educación y desarrollo tanto fisico, intellectual y sobre todo espiritual, y por último confíen y descansen en Dios; pues después de
ustedes, esas son las mejores manos en donde pueden estar sus hijos, Atrévanse hoy a ser como Jocabed en el poderoso Jesús.